CDMX a 4 de abril de 2024.-En una reciente rueda de prensa realizada desde Aguascalientes, la candidata presidencial por la coalición Sigamos Haciendo Historia, Claudia Sheinbaum, destacó la necesidad de erradicar el uso de la familia de los contendientes como herramienta política para dañar al adversario. Este llamado surge en medio de la polémica desatada por el uso de un video que involucra al hijo de su contrincante, Xóchitl Gálvez, con el propósito de perjudicarla.

Sheinbaum lamentó la utilización de este tipo de estrategias y subrayó que en adelante se debería prescindir de tales elementos en la contienda electoral. «Mi postura es que con los hijos no. Quienes estamos en la contienda como las candidatas y el candidato. Y la contienda es un asunto de propuestas, de proyecto, y de quienes participamos, pero no de los familiares», enfatizó.

La aspirante presidencial resaltó la importancia de que la contienda se centre en las propuestas y proyectos de los candidatos, dejando de lado la participación de familiares, quienes muchas veces se ven envueltos en situaciones no deseadas por la búsqueda de ventajas políticas.

Este llamado de Sheinbaum resuena en un contexto político marcado por la competencia cada vez más intensa y la necesidad de mantener un debate público centrado en los temas relevantes para la ciudadanía. La propuesta de dejar de utilizar a los familiares como herramienta política podría impulsar un cambio en la dinámica de las campañas electorales, promoviendo un ambiente más transparente y centrado en las ideas y propuestas de los candidatos.

La postura de Sheinbaum refleja su compromiso con una contienda electoral basada en el respeto, la ética y el intercambio de ideas, en contraposición a prácticas que buscan desviar la atención del debate público hacia aspectos personales de los contendientes y sus familias.

En un momento en el que la democracia y la participación ciudadana son fundamentales, propuestas como la de Claudia Sheinbaum invitan a reflexionar sobre la importancia de fortalecer el debate político y la transparencia en los procesos electorales, priorizando siempre el interés público sobre intereses particulares o partidistas.