Ciudad de México, 6 de julio de 2023.- ¿Te imaginas sobrevivir a un accidente de barco? ¿Y a dos? Pues Violet Jessop no solo sobrevivió a dos naufragios, sino que también a un choque de barcos. Esta valiente mujer se convirtió en una leyenda de la navegación al sobrevivir a los tres desastres más grandes de la historia marítima.

Violet Jessop nació el 2 de octubre de 1887 en Argentina, pero pasó la mayor parte de su vida en Inglaterra. Desde muy joven, se embarcó en una carrera como azafata a bordo de los lujosos transatlánticos de la White Star Line, una de las compañías navieras más prestigiosas de la época.

El primer desastre en el que Violet estuvo involucrada fue el del RMS Olympic en 1911. El barco chocó contra el crucero HMS Hawke, causando graves daños a ambas embarcaciones. A pesar del impacto, Violet logró escapar con vida y solo sufrió algunas heridas leves.

Pero eso no fue nada comparado con lo que vendría. Unos años después, Violet fue asignada para trabajar como enfermera a bordo del RMS Titanic. El 15 de abril de 1912, el conocido transatlántico chocó contra un iceberg y se hundió en las frías aguas del Atlántico Norte. A pesar del caos y la confusión, Violet logró subirse a uno de los botes salvavidas y sobrevivió al desastre.

Pero la historia de Violet aún no había terminado. En 1916, durante la Primera Guerra Mundial, se encontraba trabajando en el HMHS Britannic, un barco convertido en hospital para atender a los soldados heridos. El Britannic fue atacado por una mina submarina y se hundió rápidamente. Una vez más, Violet logró escapar con vida y esta vez fue rescatada por un bote salvavidas.

Después de estos increíbles sucesos, Violet decidió retirarse de la navegación y se convirtió en una trabajadora de la Cruz Roja. Aunque su vida estuvo marcada por la tragedia, siempre se mantuvo optimista y nunca dejó que los desastres que vivió definieran quién era. Fue una mujer fuerte y valiente que supo enfrentar la adversidad.

Violet Jessop murió en 1971, a los 83 años, pero su historia perdura en la memoria de todos aquellos que admiran su coraje y su capacidad para superar los obstáculos. Su legado es recordado como el de una mujer que desafió todas las probabilidades y se convirtió en un símbolo de la resiliencia humana.

Hoy en día, Violet Jessop sigue siendo una figura de inspiración para muchas personas. Su historia nos recuerda que, a pesar de los obstáculos que enfrentamos en la vida, siempre podemos encontrar la fuerza para seguir adelante. Ella nos enseña que incluso en los momentos más oscuros, siempre hay esperanza y una razón para luchar.