Experta en cosmética desmitifica el uso excesivo de bálsamos labiales y ofrece consejos para un cuidado real.

El bálsamo labial, ese pequeño artículo indispensable en bolsos y bolsillos, ha sido durante mucho tiempo el aliado de quienes buscan mantener sus labios suaves e hidratados. Sin embargo, lo que parece un gesto inofensivo y saludable de cuidado personal, podría estar causando más daño del que pensamos a la delicada piel de nuestros labios. Aplicar bálsamo labial varias veces al día se ha convertido para muchos en un acto casi reflejo, pero especialistas alertan sobre las consecuencias negativas de este hábito.

Joanna Méndez, reconocida cosmetóloga, explica que la piel de los labios es única en comparación con el resto del rostro debido a la ausencia de vellos y, por ende, de poros y glándulas sebáceas. Esto los hace especialmente vulnerables a la deshidratación y pérdida de elasticidad, siendo afectados no solo por las condiciones ambientales sino también por malos hábitos. La fricción constante con servilletas, la tendencia a humedecerlos con la lengua, y prácticas como desmaquillarse de manera agresiva, fumar, o morderse los labios contribuyen a su deterioro.

El uso excesivo de bálsamos labiales, lejos de ser una solución, se convierte en parte del problema. Muchos de estos productos están formulados con petrolato, un oclusivo que retiene la humedad pero no nutre la piel. Además, suelen contener fragancias y saborizantes que incentivan el hábito de lamerse y morderse los labios, deteriorando aún más su estado.

Para mantener los labios verdaderamente hidratados y saludables, Méndez recomienda una rutina de cuidado específica. Esta incluye mantener una hidratación adecuada en todo el organismo, exfoliar los labios con productos suaves —evitando métodos caseros agresivos—, y aplicar aceite labial hidratante antes del bálsamo labial oclusivo. El bálsamo, idealmente, no debería aplicarse más de tres veces al día.

Además, es crucial seleccionar productos que contengan protección solar y evitar aquellos con colorantes y fragancias irritantes. Un detalle a tener en cuenta es la concentración de glicerina en los productos para labios, ya que en altas concentraciones puede extraer la humedad de los labios si estos no están previamente hidratados.

Este enfoque cuidadoso y medido hacia el cuidado de los labios busca no solo mejorar su aspecto estético sino preservar su salud a largo plazo, evitando prácticas perjudiciales y eligiendo productos adecuados que realmente aporten a su bienestar.