Por Bruno Cortés

La administración de Andrés Manuel López Obrador ha enfrentado críticas significativas por el aumento en el número de mexicanos sin acceso a servicios de salud, que ha pasado de 20 a 50 millones durante su mandato.

A pesar de las promesas de reforma y cobertura universal de salud, la realidad ha demostrado ser diferente. El porcentaje de personas con carencias en salud ha aumentado de 16.2% a 39.1% entre 2018 y 2022, lo que representa un incremento de 20.1 a 50.4 millones de personas en esta situación.

A pesar de que el número de pobres se redujo en 5.1 millones con respecto a 2018, la cobertura en salud se redujo, aumentó la proporción de la población no asegurada que se declara sin acceso a servicios de salud, y se redujo el presupuesto para salud.

Además, el desabasto de medicamentos ha sido un problema persistente durante la administración de López Obrador.

A pesar de las propuestas para solucionar este problema, como la creación de un banco de reserva de medicamentos, la escasez de medicamentos sigue siendo un problema grave en el país. La desaparición del Seguro Popular en 2020 y su reemplazo por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) ha dejado a 20 millones de mexicanos sin servicios médicos gratuitos.

Aunque el gobierno de López Obrador ha aumentado el gasto en servicios médicos, ha sido insuficiente para enfrentar la pandemia.

En respuesta a estas críticas, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, ha argumentado que las cifras de personas sin acceso a servicios de salud son incorrectas, ya que se basan en preguntas sobre el Seguro Popular, que ya no existe.

Sin embargo, esta explicación no aborda completamente el problema de la falta de acceso a servicios de salud en México.