Una comunicación efectiva y el desarrollo de habilidades emocionales son esenciales para proteger a los jóvenes

El consumo de sustancias nocivas, especialmente las sintéticas, ha aumentado considerablemente en los últimos años, representando un riesgo significativo para la salud física y mental de los adolescentes. Según Cristina Pasos, psicóloga y docente de la Escuela de Psicología de CETYS Universidad Campus Mexicali, fomentar lazos familiares sólidos y desarrollar habilidades emocionales son fundamentales para prevenir este problema.

El informe mundial sobre el consumo de sustancias de 2023 de la ONU reveló que los opioides sintéticos, hasta 100 veces más potentes que la morfina, han contribuido a un alarmante número de sobredosis y muertes, con 90,000 decesos reportados en 2021. Pasos subraya que estos peligros pueden mitigarse mediante estrategias de apoyo familiar y comunicación efectiva.

Estrategias para prevenir el consumo de sustancias:

  1. Generar lazos sólidos entre padres e hijos: Un entorno de apoyo y confianza es crucial para que los adolescentes se sientan seguros y valorados.
  2. Establecer una rutina colaborativa en casa: Las actividades y responsabilidades en el hogar fomentan un sentido de autosuficiencia y pertenencia.
  3. Supervisión consistente: Detectar y abordar posibles problemas a tiempo puede hacer una gran diferencia.
  4. Fomentar la resolución de problemas y la tolerancia a la frustración: Acompañar a los jóvenes en momentos difíciles fortalece su resiliencia.
  5. Mantener una comunicación clara y asertiva: Es vital tener un diálogo abierto sobre los peligros de las sustancias nocivas.

Pasos también destaca la importancia de buscar ayuda especializada de inmediato si se sospecha que algún familiar o joven tiene problemas de consumo. La combinación de comunicación, educación, vigilancia y apoyo puede ayudar a los adolescentes a tomar decisiones saludables y seguras.

Finalmente, abordar el consumo de sustancias en adolescentes con soluciones preventivas y de intervención temprana es esencial para proteger su salud física y mental. Prepararse adecuadamente puede maximizar las posibilidades de una recuperación efectiva y duradera, tanto para la persona que consume como para su red de apoyo.