La diputada Fuensanta Guerrero propone cambios clave en la Ley General de Salud para priorizar la lucha contra la ansiedad y depresión en México.

CDMX a 3 de mayo, 2024.- En un esfuerzo significativo para combatir los crecientes problemas de salud mental en México, la diputada Fuensanta Guadalupe Guerrero Esquivel (PRI) ha propuesto una serie de reformas a la Ley General de Salud. Su objetivo es colocar la prevención de la ansiedad y la depresión en el corazón de las políticas de salud nacionales, reconociendo la creciente necesidad de abordar estos trastornos que afectan a millones de personas en todo el mundo.

 

La iniciativa de Guerrero Esquivel, que actualmente se encuentra en revisión en la Comisión de Salud, busca que la Secretaría de Salud, junto con las instituciones de salud y los gobiernos estatales, desarrollen y promuevan programas dedicados a la prevención de estas condiciones. Con una población mundial que ve más de 970 millones de personas lidiando con trastornos de ansiedad y tasas significativas de depresión entre los jóvenes, la necesidad de tales programas es más urgente que nunca.

 

Datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestran que en México, 19.3% de los adultos reportan síntomas de ansiedad severa, con Puebla, Chiapas y Michoacán registrando las cifras más altas. Estos números destacan la importancia de una acción proactiva para manejar estos trastornos antes de que se intensifiquen en problemas más graves, como el abuso de sustancias o el suicidio.

 

La propuesta legislativa también enfatiza la necesidad de entender y tratar diversos tipos de trastornos de ansiedad, como la ansiedad generalizada, la fobia social, y la agorafobia, así como la importancia de la detección temprana y el tratamiento adecuado. Al proporcionar un marco legal para estas iniciativas, Guerrero Esquivel espera que se puedan abordar eficazmente los desafíos asociados con los trastornos de ansiedad y la depresión, mejorando así la calidad de vida y la estabilidad emocional de los ciudadanos.

 

Este enfoque integral no solo tiene el potencial de aliviar el sufrimiento individual, sino también de reducir las cargas económicas asociadas con la salud mental en el sistema de salud pública. Con el debate aún en curso, la comunidad espera que estas reformas puedan ser un paso adelante en la creación de una sociedad más comprensiva y capacitada para enfrentar los retos de la salud mental.