Descubre cómo este tubérculo milenario enriquece la dieta global con sus excepcionales beneficios para la salud

La chufa, también conocida como nuez de tigre, emerge como un superalimento protagonista en la alimentación saludable, trascendiendo las fronteras de su tradicional presencia en la dieta mediterránea para ganar fama mundial. Este tubérculo, caracterizado por su aspecto amarronado, redondo y de textura rugosa, va mucho más allá de su agradable sabor, albergando una riqueza nutricional que lo posiciona en la cúspide de los alimentos esenciales para una dieta equilibrada.

Originaria de la planta cyperus esculentus y altamente valorada en España, la chufa destaca por su perfil nutricional que incluye lípidos, proteínas, almidón, fibra, vitaminas, minerales y factores bioactivos. Su contenido lipídico, comparable al del aceite de oliva, es particularmente apreciado por los beneficios asociados a la salud cardiovascular.

Los investigadores de la National Library of Medicine resaltan la capacidad de la chufa para reducir el estrés, los niveles de azúcar en sangre y estimular la producción de hormonas sexuales, sin ser clasificada como un alimento afrodisiaco. Su versatilidad culinaria y comercial, desde la extracción de aceite hasta la producción de almidón y proteínas, añade valor a su ya impresionante perfil.

A nivel global, la chufa se cultiva por su alto rendimiento y sus amplias perspectivas de utilización, lo que ha incrementado su popularidad. Entre sus beneficios más destacados se encuentran su potente acción antioxidante, la mejora en la digestión gracias a su alto contenido de fibra insoluble, la reducción de niveles de azúcar en sangre, la lucha contra la anemia por su aporte de hierro, el mantenimiento de la salud cardiovascular y ósea gracias a su riqueza en potasio y calcio, respectivamente.

Sorprendentemente, por cada 100 gramos, la chufa contiene 519,2 miligramos de potasio, superando a la banana, conocida por su alto contenido de este mineral. Esta cualidad pone de relieve el potencial de la chufa como un complemento nutricional excepcional.

La horchata, jugo extraído de la chufa, es quizás la forma más famosa de consumir este tubérculo. Sin embargo, la chufa también puede ser tostada y consumida como snack, cocida en postres, o añadida a cereales, yogures y ensaladas, ofreciendo una manera deliciosa y versátil de integrar sus beneficios a cualquier dieta.