CDMX a 11 de abril de 2024.-El primer debate presidencial del 2024 ha dejado un sabor agridulce entre los espectadores y los miembros del Instituto Nacional Electoral (INE), quienes han expresado su descontento por diversas deficiencias en la producción y organización del evento.

Uno de los puntos más controvertidos fue la falla en el cronómetro, que generó interrupciones y confusiones durante el desarrollo del debate. Además, se han señalado problemas relacionados con la iluminación y el manejo de cámaras, aspectos fundamentales para garantizar la calidad y la equidad en el evento.

Ante estas críticas, la consejera del INE, Dania Ravel, ha anunciado que se tomarán medidas concretas para abordar las deficiencias identificadas. En una conferencia de prensa, Ravel informó que se solicitará una carta formal a la empresa productora del debate, Full Circle, en la que se detallen las acciones correctivas que planean implementar.

Sin embargo, más allá de las mejoras propuestas, Ravel dejó claro que el INE considerará aplicar una sanción a Full Circle por las deficiencias en la producción del debate. La Dirección de Administración del INE será la encargada de evaluar la situación y determinar si la empresa deberá enfrentar alguna penalización económica o cualquier otro tipo de consecuencia por su desempeño insatisfactorio.

El costo estimado del primer debate presidencial, que asciende a alrededor de 10 millones de pesos, representa una inversión considerable por parte del INE y, como tal, se espera un nivel de calidad acorde a dicha inversión.

Con miras al segundo debate presidencial, programado para el 27 de abril, los consejeros del INE han enfatizado la importancia de que los candidatos aprovechen al máximo los ensayos previos y se aseguren de que los problemas observados en el primer debate se aborden adecuadamente.

El llamado a sancionar a la empresa responsable de la producción del debate subraya el compromiso del INE con la transparencia y la calidad en el proceso electoral, así como su determinación de garantizar que los debates presidenciales cumplan con los estándares más altos de imparcialidad y profesionalismo.