México da un gran paso hacia la protección de sus jóvenes con la prohibición de terapias de conversión.

CDMX a 6 de abril, 2024.- En un movimiento histórico, México se posiciona en la vanguardia de la lucha contra las terapias de conversión, un tema que ha generado debate y preocupación a nivel mundial. La vicecoordinadora del grupo parlamentario de Morena, Adriana Bustamante Castellanos, ha sido una voz líder en este esfuerzo legislativo, destacando que la reciente aprobación de reformas en la Cámara de Diputados marcará un antes y un después en la protección de los menores de edad contra prácticas que son equivalentes a torturas y violaciones correctivas.

 

Bustamante Castellanos, durante su participación en el programa «Sitio Abierto» de Radio Congreso, enfatizó la importancia de estos esfuerzos legislativos para salvaguardar la dignidad y los derechos de los menores. La legislación busca sancionar severamente a quienes realicen, financien o promuevan cualquier tratamiento o terapia que intente modificar la orientación sexual o identidad de género de una persona.

 

La reforma propuesta castigaría con dos a seis años de prisión, además de multas significativas, a quienes apliquen estas prácticas nocivas. Esta medida se extiende a padres y tutores que sometan a menores a estas terapias, quienes también enfrentarían sanciones que incluyen amonestaciones o apercibimientos por parte de los jueces.

 

Aunque estas reformas representan un avance significativo en la protección contra la violencia basada en la orientación sexual o identidad de género, Bustamante Castellanos lamentó la decisión de la Suprema Corte de Justicia que impide que médicos o personal de salud pierdan su licencia por participar en estas prácticas, limitando así el alcance de las sanciones.

 

La reforma ahora debe pasar por la Comisión de Justicia del Senado de la República para su aprobación final, un paso crucial para su implementación. La comunidad y los activistas permanecen atentos y esperanzados de que se tomarán las medidas necesarias para erradicar estas prácticas de una vez por todas, asegurando un futuro más seguro y acogedor para todos, sin importar su orientación sexual o identidad de género.

 

Este esfuerzo legislativo no solo refleja un cambio en la política interna de México, sino que también envía un mensaje poderoso a nivel internacional sobre el compromiso del país con los derechos humanos y la protección de su juventud.