En los últimos años, la cirugía estética ha ganado popularidad en México, pero con ella también han surgido casos de negligencia médica que han llevado a la muerte de pacientes.

A pesar de que los médicos involucrados en estos casos están certificados, sus índices de complicaciones y fatalidades son alarmantes, lo que cuestiona la eficacia de la certificación como garantía de seguridad para los pacientes.

Casos de negligencia médica
En febrero de 2022, un paciente masculino transgénero falleció debido a una cirugía estética mal realizada por el Dr. Emilio Álvaro Gastelum Bon, un especialista en cirugía plástica y reconstructiva.

En mayo del mismo año, una paciente femenina también perdió la vida tras una cirugía estética realizada por el Dr. Jorge Isaac Sandoval Rodríguez, quien también es un cirujano plástico certificado.

Además, el Dr. José Antonio Morales González enfrenta varias denuncias por negligencia médica y abuso sexual a pacientes en la Fiscalía del Estado de Baja California.

Estos casos demuestran que la certificación no es una garantía de seguridad para los pacientes. A pesar de que estos médicos están certificados como especialistas en cirugía plástica, estética y reconstructiva, sus índices de complicaciones y fatalidades son elevados, lo que sugiere que carecen de una formación adecuada o suficiente para el ejercicio de la cirugía estética.

La certificación y la ley
La legislación mexicana establece que quien realice cirugía estética debe ser un médico especialista en cirugía plástica, con cédula de especialidad y certificado vigente del consejo correspondiente.

Sin embargo, estos casos de negligencia médica demuestran que la certificación no es suficiente para garantizar la seguridad de los pacientes.

Además, aunque la Cámara de Diputados aprobó una reforma a la ley que obliga a las personas que realizan procedimientos quirúrgicos estéticos a contar con acreditación, aún no existen leyes que regulen específicamente la práctica de la cirugía estética en México

Es crucial que las autoridades y la sociedad comprendan que la certificación no es una garantía de seguridad para los pacientes. Es necesario implementar leyes más estrictas que regulen la práctica de la cirugía estética y garantizar que los médicos tengan la formación adecuada y suficiente para realizar estos procedimientos. Además, es importante que los pacientes estén informados y sean conscientes de los riesgos asociados con estos procedimientos.