"🕯️💖 En las noches de #HanalPixán, las almas nos visitan y la Diputada Fede Quijano nos recuerda la belleza de honrarlas en Yucatán. ¡Vive una tradición que une mundos! 🌺🌽 #AmoryTradicion #Yucatan #DíadeMuertos"

[Mérida, Yucatán] — Bajo el cielo estrellado de Yucatán, la Diputada Federal del PVEM, Fede Quijano, se sumerge en el río de la tradición ancestral, donde los vivos y los muertos se encuentran en un efímero abrazo durante el Hanal Pixán. En un entorno donde las velas iluminan caminos invisibles y el aroma del copal se mezcla con el de la comida casera, Quijano se une al pueblo yucateco para honrar a aquellos que partieron, en un acto de amor eterno y gratitud infinita.

El Hanal Pixán, que se traduce como «comida de las ánimas», es la versión yucateca del Día de Muertos, una fecha que resuena en el calendario mexicano con una mezcla de solemnidad y celebración. Fede Quijano, con la solemnidad que otorga el respeto y la alegría que da la memoria, invita a todos a ser parte de esta ceremonia de recuerdos y sabores.

La festividad tiene como uno de sus protagonistas a los «pibes», platillos de maíz rellenos que se cocinan bajo tierra, rememorando las antiguas prácticas de los mayas. Este manjar, elaborado con la dedicación de manos expertas y corazones cálidos, simboliza el lazo entre la vida y la muerte, entre lo terrenal y lo espiritual.

Quijano resalta la riqueza cultural de estas prácticas, las cuales son esenciales para entender la identidad del pueblo mexicano y, en particular, de la comunidad yucateca. «El Hanal Pixán es un lienzo de color, donde cada tono nos habla de una historia, de una vida, de un legado que trasciende», comenta con fervor.

La Diputada Federal enfatiza la importancia de conservar estas costumbres, no solo como un acto de nostalgia, sino como un compromiso con las futuras generaciones para mantener viva la historia y fortalecer los lazos que unen a las familias mexicanas.

A medida que la noche se adentra en las profundidades del tiempo, Fede Quijano se despide, pero no sin antes recordar a todos que el Hanal Pixán es más que una fecha en el calendario: es un espacio de encuentro, un punto de conexión con aquellos que, aunque ausentes, siguen dictando el compás de los corazones que aquí permanecen.