La vitamina D no solo es crucial para la salud ósea, sino que juega un papel fundamental en la regulación de muchas funciones celulares y en la fortaleza del sistema inmunológico. Según el Instituto Mayo Clinic, esta vitamina es esencial y una simple prueba de sangre puede revelar si tienes una deficiencia que podría estar afectando tu salud general.

Incorporar vitamina D a través de la alimentación es clave para prevenir enfermedades autoinmunes, diabetes y depresión. Alimentos como pescados grasos, aguacate, lácteos, hígado de vaca, yemas de huevo y aceite de hígado de pescado son ricos en este nutriente. Además, la exposición moderada al sol también puede ayudar a incrementar los niveles de vitamina D en el cuerpo, almacenándose esta en los músculos, el tejido adiposo y el hígado.

Jenny García, nutricionista destacada, enfatiza la importancia de la vitamina D para reforzar el sistema inmunológico y advierte que su deficiencia puede afectar negativamente al sistema cardiovascular e inmune. Ante carencias, es posible recurrir a alimentos fortificados o suplementos recomendados por un profesional de la salud, ofreciendo así múltiples vías para mejorar los niveles de este nutriente esencial y, por ende, nuestra salud.