La vitamina A es crucial para los gatos, no solo para su crecimiento y desarrollo general, sino también para funciones vitales como la visión y la salud reproductiva. A diferencia de los humanos, los gatos no pueden sintetizar la vitamina A a partir de precursores como el betacaroteno y deben obtenerla directamente de su dieta. María Besteiros, experta veterinaria, subraya la importancia de asegurar que los felinos reciban la cantidad adecuada de este nutriente esencial para evitar carencias o toxicidades.

Esta vitamina liposoluble se acumula en el hígado y juega un papel fundamental en múltiples funciones: desde la diferenciación celular y el efecto antioxidante, hasta el mantenimiento de tejidos y el fortalecimiento del sistema inmunológico. También es vital para el correcto funcionamiento renal y la síntesis de hormonas.

Sin embargo, es esencial equilibrar la dosis, ya que el exceso de vitamina A puede ser tóxico para los gatos, llevando a condiciones graves como hipervitaminosis A, que se manifiesta con síntomas como rigidez en el cuello, dolor articular, y problemas hepáticos. La dosis recomendada para un gato adulto es de 650-850 unidades internacionales.

Una dieta de calidad que incluya carnes, yema de huevo, hígado, riñones, pescados azules, aceites de pescado y productos lácteos generalmente cubre las necesidades de vitamina A de un gato. Seguir las recomendaciones de un veterinario y proporcionar una dieta equilibrada son claves para mantener la salud óptima de tu mascota.