Acusado por el gobierno de Estados Unidos de negociar y traficar grandes cantidades de cocaína, el narcotraficante Raúl Flores, “El Tío”, identificó al gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, como integrante de su equipo de colaboradores.

Según informó Proceso, tras cuatro años de litigio, el proceso judicial de Flores Hernández, llevado a cabo en el Tribunal de Distrito de Columbia, culminó el pasado enero, durante el cual, al cumplir una sentencia de 21 años de prisión, hizo esta revelación.

El cártel de los Flores estuvo relacionado al principio con el exjugador Rafa Márquez y al cantante Julión Álvarez, lo cual hizo que la detención y el proceso del capo cobraran particular relevancia; aunque al final, ambos quedaron libres de sospecha.

Con los nombres «Santiaguito» y «Enriquito», Alfaro fue identificado por Flores Hernández durante su confesión como la persona responsable de transportar el dinero de actividades ilícitas. Según el testimonio, estos eventos ocurrieron aproximadamente en 2003, mientras Alfaro era regidor de Tlajomulco.

En la identificación de “Santiaguito” o “Enriquito”, el relato es inequívoco. Actualmente, Alfaro es “el gobernador de Jalisco”.

A pesar de operar de manera independiente, Flores Hernández contaba con el apoyo del Cártel de Sinaloa y de Joaquín “El Chapo” Guzmán. En Jalisco, mantenía una red de empresas y negocios que actuaban como fachadas para sus actividades ilícitas.

En 2017, fue arrestado. Posteriormente fue extraditado a los Estados Unidos en 2021, al seguir la solicitud del gobierno de Donald Trump en aquel entonces.

Al reconocer la culpabilidad el 8 de marzo de 2023, Flores Hernández aceptó su responsabilidad en la conspiración para traficar cocaína a Estados Unidos. Sin embargo, negó haber traficado decenas de miles de kilogramos de cocaína, limitándose a admitir 450 kilogramos.

Aunque inicialmente fue sentenciado a cadena perpetua, su cooperación con las autoridades estadounidenses le brindó la oportunidad de reducir su condena a 21 años de prisión.