Investigadores descubren que los elefantes de la sabana africana usan vocalizaciones específicas para dirigirse a otros individuos.

Un estudio reciente ha revelado un fascinante comportamiento entre los elefantes de la sabana africana: estos animales usan vocalizaciones específicas para dirigirse a otros individuos, algo equivalente a un nombre. Este hallazgo proviene de la investigación realizada por un equipo que analizó las vocalizaciones de más de 100 elefantes en el Parque Nacional de Amboseli y la Reserva de Samburu, en Kenia.

Utilizando un modelo de aprendizaje automático, los investigadores identificaron componentes en las llamadas de los elefantes que parecían dirigirse a individuos específicos. En experimentos donde se reprodujeron estas vocalizaciones, los elefantes respondían con más entusiasmo y se acercaban a la fuente del sonido cuando escuchaban su «nombre».

El ecólogo conductual Mickey Pardo, de la Universidad de Cornell, autor principal del estudio publicado en la revista Nature Ecology & Evolution, explicó que los elefantes aprenden a asociar sonidos particulares con individuos específicos, lo que requiere una capacidad avanzada de aprendizaje y comprensión social. George Wittemyer, biólogo conservacionista de la Universidad Estatal de Colorado y coautor del estudio, agregó que este comportamiento subraya la importancia de los vínculos sociales en los elefantes.

Este descubrimiento no solo destaca la inteligencia y la sofisticada comunicación de los elefantes, sino que también podría generar un mayor interés en su conservación. Aunque el uso de nombres es poco común en el reino animal, se ha documentado en delfines y loros, aunque estos suelen imitar vocalizaciones. En los elefantes, las vocalizaciones no son imitaciones, lo que añade una capa de complejidad a su comunicación.

Los investigadores observaron que los elefantes reaccionaban más vigorosamente a las grabaciones que contenían sus nombres, moviendo las orejas y levantando la trompa, mientras que ignoraban las vocalizaciones dirigidas a otros. Este comportamiento resalta la increíble vida social de los elefantes, siempre comunicándose y tocándose entre sí.