El Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores sufrió una caída estrepitosa este lunes, marcando un descenso del 4.9%, la más significativa desde el 27 de marzo de 2020, cuando la pandemia de COVID-19 sacudió los mercados globales con una baja del 5.34%. Este desplome coincide curiosamente con los resultados de las recientes elecciones del 2 de junio, donde Morena y sus aliados aseguraron una mayoría calificada en el Congreso, alimentando expectativas de continuidad para el Plan C de Andrés Manuel López Obrador.

Con los datos preliminares del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), que indican una victoria aplastante de Claudia Sheinbaum con el 58.66% de los votos para la presidencia, el mercado reaccionó adversamente. A las 8:25 AM, el S&P/BMV IPC ya mostraba una bajada del 2.85% a 53,634.19 puntos, mientras que el FTSE BIVA cayó un 2.55%.

Para las 10:00 AM, el IPC se situaba en 52,862.07 puntos, evidenciando una reducción adicional hasta el 4.25%. Simultáneamente, el tipo de cambio también experimentó un descenso significativo del 3.7%, cotizándose a 17.60 pesos por dólar, lo que refleja la inquietud de los inversionistas ante el futuro económico del país.

Gabriela Siller, directora de análisis económico del Grupo Financiero Base, expresa preocupación por la posible afectación a la autonomía del Banco de México y la calificación crediticia de México. Señala además varios desafíos clave que enfrentará la nueva administración de Sheinbaum, incluyendo la reducción del déficit fiscal, mejoras en infraestructura y el manejo de Pemex, así como el fomento de la inversión privada y la educación.

Los mercados y los inversionistas se mantienen alerta, mientras México navega por estas aguas turbulentas de transición política y expectativas económicas, abriendo un capítulo lleno de incertidumbre pero también de oportunidades.