Estas formaciones geológicas únicas te dejarán sin aliento y te invitan a explorar la belleza natural de la región

En Baja California Sur, entre las comunidades de San Miguel y San José de Comondú, emergen del suelo una serie de impresionantes formaciones geométricas de basalto que adornan la cadena montañosa de la Sierra de la Giganta. Estos son los prismas basálticos, maravillas naturales formadas hace más de 14 millones de años debido a la actividad volcánica y los movimientos de las placas tectónicas oceánica y continental.

Un tesoro geológico en México

Conocidos también como “Los Comondús”, estos prismas se extienden hasta las localidades vecinas de La Purísima y San Isidro. Este oasis de biodiversidad, favorecido por un flujo constante de agua a lo largo de miles de años, alberga una abundante flora y fauna, convirtiéndose en un paisaje que vale la pena visitar y difundir.

El descubrimiento y la apreciación de estos prismas basálticos ha crecido entre turistas y entusiastas de la naturaleza, posicionándolos como uno de los sitios con mayor potencial para el ecoturismo en la región. México es uno de los pocos países que cuenta con prismas basálticos, junto con Irlanda del Norte, Namibia, Australia e Islandia.

El reto de llegar a los prismas basálticos

El viaje a los prismas basálticos es un desafío en sí mismo, ya que el acceso implica una escalada que puede durar de media hora a dos horas, dependiendo de la condición física de cada persona y las paradas para admirar el paisaje. A pesar del tiempo y esfuerzo físico, quienes han emprendido este viaje aseguran quedar asombrados.

Atractivos culturales y naturales

Además de los prismas basálticos, los pueblos que los rodean también son un atractivo cultural. A solo 20 minutos de los prismas, los visitantes pueden admirar antiguas pinturas rupestres y visitar las huertas de San José Comondú, donde se elabora el piloncillo y se disfruta de la “panocha de gajo” con queso de cabra fresco y café de talega.

En San Miguel Comondú, se puede disfrutar de la comida y la tranquilidad del pueblo, con productos locales como dulces de mango, higos, quesos de cabra, aceitunas y el famoso vino misional. Otro sitio imperdible es la misión de San José de Comondú, explorada por primera vez en 1684 y con una iglesia de piedra construida en 1750.

Los prismas basálticos de Comondú son una joya geológica y cultural que invita a los visitantes a explorar la belleza natural y la rica historia de la región.