El pasado 14 de junio de 2024, el conocido bar «El Perro Salado», ubicado en la alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México, fue objeto de un operativo sorpresivo por parte de las autoridades locales. Según reportes oficiales, dentro del establecimiento se encontraban aproximadamente 500 personas, en su mayoría menores de edad, consumiendo bebidas alcohólicas.

El operativo fue coordinado por diversas dependencias como la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC), y el Instituto de Verificación Administrativa (Invea). El propósito principal fue desalojar a los menores de edad y clausurar el bar debido a presuntas irregularidades como sobrecupo y la venta ilegal de alcohol a menores.

Vecinos del área manifestaron su preocupación por el impacto de este tipo de establecimientos en la comunidad, especialmente cuando se trata de la seguridad y el bienestar de los jóvenes. Por su parte, las autoridades han indicado que continuarán con los operativos de supervisión en bares y centros nocturnos para garantizar el cumplimiento de la normativa vigente y prevenir situaciones similares.

Este incidente ha puesto de relieve la importancia de la vigilancia constante y la aplicación estricta de las regulaciones para proteger a los menores y mantener el orden público en áreas con alta concentración de locales de entretenimiento nocturno