CDMX a 13 de mayo de 2024.-El escenario del tercer y último debate por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México se convirtió en un campo de batalla político, donde las promesas de campaña y las acusaciones candentes sobre corrupción inmobiliaria encendieron los ánimos. Clara Brugada, Santiago Taboada y Salomón Chertorivski protagonizaron un enfrentamiento sin cuartel, arrojando propuestas y señalamientos a diestra y siniestra.

Taboada, con la ferocidad de un gladiador político, lanzó la primera piedra al citar al presidente Andrés Manuel López Obrador como el presunto «verdadero fundador del Cártel Inmobiliario». La gravedad de sus acusaciones se hizo evidente al desplegar una lámina con los supuestos integrantes de este entramado, donde figuraba el nombre de Brugada entre otros. ¿Su defensa? La rotunda negación y un desafío directo: ¿por qué participaría en el debate si las acusaciones fueran verdaderas?

Brugada, sin retroceder ante las embestidas, contraatacó con fiereza. Denunció que el Cártel Inmobiliario no solo operaba al margen de la ley, sino que era alimentado por el panismo, causando estragos entre la ciudadanía. La respuesta de Taboada fue un golpe bajo, recordando la construcción de una plaza comercial en Iztapalapa sin los permisos adecuados durante su gestión.

En medio de este duelo de titanes, Chertorivski emergió como un agente del cambio, criticando tanto la complacencia de Brugada como la estrategia de blindaje de Taboada. Su propuesta de sacar 20 mil delincuentes del panorama urbano resonó como un llamado a la acción contundente.

Pero el tema de la seguridad no se quedó atrás. Brugada cuestionó el programa Blindar y arremetió contra el Jefe Goliat, coordinador de seguridad en su demarcación, señalando irregularidades. Taboada, por su parte, acusó a Brugada de convertir Iztapalapa en un bastión de inseguridad, prometiendo medidas drásticas para contrarrestar esta tendencia.

En una contienda donde cada palabra era un golpe y cada promesa, una estrategia, los candidatos no escatimaron en sus propuestas. Desde mantener el modelo de seguridad implementado por Sheinbaum hasta la creación de una nueva policía con 90 mil elementos, las ideas se enfrentaron en un torbellino de debate.

Este tercer encuentro no fue solo una exposición de ideas, sino un campo de batalla donde la lucha por el futuro de la Ciudad de México se libró con furia y pasión. Ahora, queda en manos de los ciudadanos discernir entre las promesas y los señalamientos, y decidir quién merece llevar las riendas de esta metrópoli.