La artesanía es mucho más que una expresión estética; es un puente hacia el pasado, una narrativa viva de las comunidades que la crean y preservan. En este sentido, la labor de Antonia Torres González, maestra artesana y promotora cultural de la comunidad cucapá, trasciende la mera elaboración de accesorios decorativos. Sus manos no solo tejen hilos de chaquira, sino también historias y tradiciones arraigadas en lo más profundo de su pueblo.

Nacida en el poblado El Mayor, entre Mexicali y San Felipe, Baja California, Antonia ha dedicado su vida a revivir y preservar el arte de su comunidad. Inspirada desde temprana edad por su madre, Inocencia González, también una destacada artesana y defensora de la cultura cucapá, Antonia ha mantenido viva una tradición que se remonta al siglo XVII.

La llegada de la antropóloga Anita Álvarez de Williams a su comunidad en 1973 marcó un punto de inflexión en la vida de Antonia. Junto a su madre, inició un proceso de rescate de las artesanías cucapá, aprendiendo técnicas ancestrales de tejido con chaquira, un material que llegó a la región con los españoles. Este renacimiento cultural no solo significó la revitalización de una forma de arte, sino también la preservación de la identidad de su pueblo.

Inocencia González Sáinz, figura emblemática en la preservación de la cultura cucapá, transmitió a su hija no solo habilidades técnicas, sino también un profundo respeto por las tradiciones. Reconocida nacionalmente, recibió el Premio Nacional de Arte Popular en 2019 por su dedicación al arte de la chaquira.

El arte de la chaquira no se limita a la elaboración de accesorios; es un vehículo de cultura y memoria que trasciende fronteras. Desde el Ejido El Mayor Cucapá en Mexicali hasta Somerton, Arizona, en Estados Unidos, las piezas creadas por Antonia y su comunidad cuentan historias de un pueblo con presencia binacional.

El proceso de elaboración de los pectorales cucapá es minucioso y laborioso. Tejidos sin telar, directamente sobre la rodilla, utilizando agujas delgadas e hilos sintéticos, estos accesorios son más que meras prendas; son símbolos de identidad cultural.

El trabajo de Antonia Torres González ha sido reconocido con prestigiosos premios, como el Gran Premio de Arte Popular 2020, por su pieza «Cartografía Ancestral», un pectoral bordado en chaquira que representa el Cerro del Águila, un lugar sagrado para los cucapá. Sus creaciones son más que arte; son mapas visuales de la identidad y cosmovisión de su pueblo.

Además de su labor como artesana, Antonia se dedica a preservar la cultura cucapá a través de la gastronomía tradicional, transmitiendo recetas y saberes ancestrales a las generaciones futuras. Con una mirada puesta en el futuro, busca no solo que la cultura cucapá sobreviva, sino que prospere, inspirando y educando a través de talleres y exposiciones en instituciones culturales tanto locales como internacionales.

Su compromiso con la preservación de la cultura cucapá se manifiesta también en su gestión en el Museo Comunitario Cucapá Juan García Aldama, donde continúa promoviendo talleres y eventos culturales. Además, su participación en eventos como ORIGINAL. Encuentro de Arte Textil demuestra su dedicación a mantener viva la rica tradición textil de su pueblo.

El legado de Antonia Torres González va más allá de sus creaciones; es un testimonio de la resiliencia y la creatividad de su pueblo, un recordatorio de la importancia de preservar y valorar las tradiciones ancestrales en un mundo cada vez más globalizado.