Nuevos estudios revelan el potencial y las limitaciones del CBD en el tratamiento de condiciones comunes en perros y gatos.

La comunidad científica y los amantes de las mascotas están observando con interés creciente los desarrollos en el uso del cannabidiol (CBD) para tratar diversas dolencias en animales. Este compuesto, derivado del cannabis pero sin efectos psicoactivos, ha mostrado resultados prometedores en aliviar condiciones desde dolor crónico hasta epilepsia en perros, según un conjunto de estudios recientes.

Chie Mogi, veterinario jefe de la Sociedad de Investigación sobre el CBD Animal en Japón, junto con colegas internacionales, ha documentado casos donde mascotas previamente tratadas sin éxito con métodos convencionales encontraron alivio significativo a sus síntomas mediante el uso de CBD. Estos incluyen desde un terrier de Norwich que recuperó su movilidad hasta un poodle toy que vio reducidos sus episodios epilépticos.

La legalización del cáñamo en Estados Unidos en 2018, con un contenido máximo del 0,3 % de THC, ha propiciado no solo un aumento en la disponibilidad de productos de CBD para mascotas, sino también un impulso a la investigación. Sin embargo, la efectividad del CBD sigue siendo objeto de debate, con estudios que arrojan resultados contradictorios sobre su capacidad para tratar condiciones como la artritis y el estrés en animales.

Un estudio destacado realizado por la neuróloga veterinaria Stephanie McGrath de la Universidad Estatal de Colorado encontró que el CBD redujo las convulsiones en perros en un 30% en comparación con un placebo. Otros estudios han sugerido que el CBD podría ayudar a reducir la picazón y mejorar la movilidad en perros con condiciones dermatológicas y articulares.

Sin embargo, la variabilidad en la calidad de los productos de CBD y la falta de regulación estricta representan desafíos significativos. Más de la mitad de los productos de cáñamo probados en un estudio reciente mostraron niveles de CBD que no coincidían con lo anunciado, y algunos incluso contenían contaminantes como metales pesados.

A pesar de estos problemas, el interés en el CBD como tratamiento para mascotas está en aumento, con muchas familias optando por probarlo como una alternativa a los tratamientos farmacológicos tradicionales. A medida que la investigación avanza, los dueños de mascotas y los veterinarios esperan tener un panorama más claro de cuándo y cómo el CBD puede ser más beneficioso para mejorar la salud y la calidad de vida de sus animales.