CDMX a 16 de mayo de 2024.— En un evento sorprendente y poco común, las auroras boreales fueron visibles en algunos puntos de México, un fenómeno que se debió a una intensa actividad solar y la posición favorable de la Tierra, informó el astrónomo Wilder Chicana Nuncebay del Planetario «Luis Enrique Erro» del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

El experto explicó que el avistamiento se produjo gracias a la interacción entre el material ionizado proveniente del Sol y el campo magnético terrestre. «La Tierra se encontraba en una posición muy cercana a la dirección de propagación del material coronario emitido por una tormenta solar, lo que permitió que el fenómeno lumínico se desplazara hacia latitudes más bajas de lo habitual, incluyendo México», detalló.

Las auroras polares, conocidas como boreales en el Polo Norte y australes en el Polo Sur, se generan por la excitación de moléculas y átomos en la atmósfera terrestre cuando entran en contacto con el viento solar y las eyecciones coronales. Estos fenómenos son visibles en distintos colores debido a la interacción del material solar con elementos químicos presentes en la atmósfera, como oxígeno, nitrógeno y ozono.

Chicana Nuncebay enfatizó que, aunque el ciclo solar de 11 años permite prever períodos de mayor o menor actividad solar, la posibilidad de repetir las condiciones exactas que permitieron este avistamiento es muy baja. «Las tormentas solares son frecuentes, pero la trayectoria del material expulsado es impredecible y no se puede determinar en qué momento coincidirá con la posición de la Tierra de manera tan precisa», afirmó.

El astrónomo aclaró que, aunque la radiación electromagnética resultante de estas tormentas puede afectar algunos sistemas electrónicos, no representa un peligro para la salud humana. Los colores observados durante las auroras son consecuencia de la interacción entre el material coronal y la composición química de la atmósfera terrestre en ese momento.

Además, destacó la importancia de estos eventos para la investigación científica. «Las auroras polares nos proporcionan información valiosa sobre el estado de la atmósfera terrestre y permiten a físicos y astrónomos entender mejor su composición química y las dinámicas en las capas más altas», explicó.

Finalmente, Chicana Nuncebay instó a la población a mantener la calma ante estos fenómenos, ya que no causan ningún daño. «Son eventos naturales impresionantes, pero inofensivos para los seres humanos», concluyó.