México experimenta un aumento significativo en la generación de empleos, sumando 774 mil nuevas personas ocupadas en julio de 2023 en comparación con el mes anterior. Según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la población ocupada alcanzó un total de 59.5 millones de personas.

En entrevista con medios de comunicación Rabindranath Salazar Solorio, Coordinador General de Política y Gobierno de la Presidencia de la República, afirmó que este crecimiento en la ocupación laboral es un logro más del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. De las 564,448 nuevas plazas laborales generadas, 377,308 corresponden a mujeres y 187,140 a hombres. «Estos datos reflejan las políticas activas que estamos implementando para la creación de puestos de trabajo, especialmente en los sectores de servicios y comercio, y en gran medida en el mercado laboral informal», señaló Salazar Solorio.

El Detalle en los Números: ¿Empleo de Calidad o Precario?
Sin embargo, el crecimiento en la población ocupada parece estar liderado por el mercado laboral informal y esto podría generar preocupaciones sobre la calidad de los empleos generados. Aunque la tasa de desempleo se encuentra en un bajo 3.1%, la pregunta que surge es: ¿Estos empleos ofrecen condiciones y beneficios laborales justos?

 

PIB y Empleo: ¿Una Relación Directa?
Paralelamente, la economía mexicana muestra signos de fortaleza. El Producto Interno Bruto (PIB) registró un crecimiento interanual de 3.6% y un aumento trimestral de 0.8% para el segundo trimestre de 2023. Estos datos, en conjunto con la tasa de empleo, sugieren un panorama económico favorable en el corto plazo, aunque con ciertas reservas sobre la calidad del empleo generado.

 

Conclusiones y Futuras Perspectivas
Este repunte en la ocupación laboral es sin duda una señal positiva para la economía mexicana. Sin embargo, el hecho de que una gran parte de estos empleos sean en el sector informal debe ser objeto de un análisis más profundo y de políticas específicas para mejorar la calidad del empleo en México.

 

En este sentido, el desafío para el gobierno de López Obrador y su equipo es no solo mantener este ritmo de generación de empleo, sino también asegurar que estos sean empleos de calidad que contribuyan al bienestar de la población mexicana en el largo plazo.